En la ciudad se oyen lobos aullar, pues Carlos Reyes con una
larga trayectoria artística en el rock y el blues, despierta a una jauría
sonora que se cría gracias a su paso por diferentes proyectos musicales como:
Agony, la fundación de Black Cat Bone y su posterior ruta como bluesman solista
o acompañado por La Killer Band, los cuales han aportado a su proceso creativo,
destacándose con un sonido propio dentro del blues.
En el primer sencillo de su nuevo álbum, Carlos Reyes cruza
la frontera de un lado a otro, buscando desesperadamente a los suyos y mientras
canta “Soy un lobo de noche, soy un lobo perdido”, el slide guitar contrasta
con las cuerdas de nylon y las melodías que brotan de la armónica, evocando
otros tiempos y otras vidas.