
¿Cómo es posible que una persona que estuvo tan poco tiempo en el panorama profesional de la música haya quedado inmortalizado como uno de los dioses del rock y de la guitarra? A pesar de los pocos años en los que brillo con su fama, Hendrix sigue siendo un referente para todo aquel que ama el instrumento y que ama el rock and Roll, son tantas las historias y los mitos alrededor de su persona que se ha convertido en una figura de culto no solo por su faceta musical sino también por su enigmática forma de ser.
Dicen que el monstruo de la guitarra Eric Clapton, aquel a quien le
dedicaban grafitis en Londres que decían “Clapton is god” (Clapton es
dios) cuando lo vio tocar por primera vez se enojó tanto que su reacción
fue bajar al camerino y exclamar ¿Y ahora que vamos a hacer?, tal vez
pasó así, tal vez no, son tantos los mitos alrededor de Hendrix que a
veces es mejor no indagar y quedarse con la magia.
Murió a los
27 años, ahogado en su propio vómito, pasando así a ser parte de ese
macabro “club de los 27”, edad que ha marcado la muerte de varias
estrellas del rock como Janis Joplin, Jim Morrison, Kurt Cobain y Amy
Winehouse, entre otros, ¿Que sucede a los 27 años que se lleva a estas
estrellas? Esto solo alimenta más la leyenda.
Canciones como
“Foxy Lady”, “All along the watchtower”, la maravillosa “Little Wing” o
“Purple Haze” llenaba los oídos de las personas que quedaban fascinadas
por su forma de tocar, actuaciones tan brillantes como el concierto en
Monterey en donde prendió su guitarra en fuego y realizó un ritual
pagano o su presentación en Woodstock para cerrar el festival en donde
interpretó su versión del himno de Los Estados Unidos nunca serán
olvidadas, siempre serán parte del género maravilloso llamado Rock and
Roll, una música llena de pasión, inigualable y que hoy en día es de
culto, de nicho.
Son pocas personas en la historia del rock que
han marcado como Hendrix, zurdo, moreno,
místico y bohemio, que entregó su vida entera a tocar y a brindarnos lo
que el mismo llamaba una “experiencia”, lleva ya 50 años tocando en los
bares y estadios del cielo, o de donde sea que van las estrellas de rock
cuando mueren.